Un fluido es una sustancia que puede fluir y que no tiene una forma fija. Los fluidos incluyen tanto líquidos como gases. La característica principal de un fluido es que sus moléculas pueden moverse libremente unas respecto a otras, lo que permite que el fluido se deforme y cambie de forma bajo la influencia de fuerzas externas. Esta capacidad de fluir se debe a la baja cohesión entre las moléculas en comparación con los sólidos, donde las moléculas están fuertemente unidas en una estructura fija.
Los fluidos pueden clasificarse en dos categorías principales: fluidos newtonianos y no newtonianos. Los fluidos newtonianos son aquellos cuya viscosidad permanece constante independientemente de la velocidad de deformación, como el agua y el aire. Por otro lado, los fluidos no newtonianos presentan una viscosidad que cambia con la velocidad de deformación, como la pintura o la maicena mezclada con agua.